El altozano que divide los términos municipales de Tordesillas y Velilla (Valladolid), conocido como el cerro de Carricastro o Carrecastro, comenzó a escupir retazos de historia a medida que la excavadora dibujaba sobre el terreno los viales del futuro parque eólico que una empresa está levantando allí. Restos de cerámicas y piezas de granito labradas salieron a relucir prácticamente a cada dentellada de la máquina. Vestigios de un pasado muy lejano, que los expertos sitúan en el entorno de la Edad de Bronce (hace unos tres mil años), cuando los arqueólogos creen que pudo florecer en este cerro una metrópoli prerromana aún por descubrir. «El yacimiento ya era conocido y en cuanto han comenzado los trabajos de desbroce y los movimientos de tierra han comenzado a salir los restos esperados», explica el arqueólogo Ángel Palomino, responsable de supervisar la obra.
Fuente: El Norte de Castilla
Selección de material cerámico procedente de Carricastro dibujado por encargo de Patrimonio Inteligente.