El telégrafo óptico y la Línea de Castilla

El telégrafo óptico

El telégrafo óptico es un sistema de comunicación a distancia que utiliza señales visuales para transmitir mensajes. Antes de la invención del telégrafo eléctrico, este sistema era una de las formas más rápidas de comunicación a larga distancia. Fue desarrollado a finales del siglo XVIII y principios del XIX, con el sistema más famoso siendo el creado por el francés Claude Chappe en 1792.

Funcionamiento del Telégrafo Óptico

El telégrafo óptico consistía en una serie de torres situadas a cierta distancia unas de otras, en lugares elevados para asegurar la visibilidad. En cada torre se encontraba un dispositivo de señalización, que generalmente incluía brazos móviles o paneles, que podían ser posicionados en diferentes configuraciones para representar letras o números. Los operadores en una torre observaban las señales de la torre anterior y las reproducían en su propia torre, transmitiendo el mensaje a lo largo de la cadena.

Este sistema era significativamente más rápido que los métodos de comunicación tradicionales como los correos postales, y no dependía de cables eléctricos, lo que lo hacía más seguro frente a posibles sabotajes. Sin embargo, no era efectivo  ni de noche ni con mal tiempo (nieblas, lluvias, calima, etc.).

La línea de Castilla

Fue una línea de telégrafo óptico diseñada en el siglo XIX por el ingeniero militar José María Mathé Aragua. Esta línea comenzó a funcionar el 2 de octubre de 1846. Contaba con 52 torres y empleaba como base de partida la anterior línea Madrid-San Ildefonso construida en 1832. La línea de Castilla pasaba por Valladolid, Burgos, Vitoria y San Sebastián.

En España el telégrafo óptico tuvo una importancia considerable durante el siglo XIX, en particular en el contexto de las Guerras Carlistas y la consolidación del estado liberal en España. La red de telégrafos ópticos permitió una comunicación más rápida entre diferentes regiones, facilitando la coordinación militar y administrativa.

En la provincia de Segovia aún se pueden encontrar restos de las siete torres de la Línea de Castilla, aunque muchas de ellas están en ruinas o han sido reconvertidas: Castrejón (Navas de San Antonio), Labajos,  Adanero (Martín Muñoz de las Posadas), Codorniz y Tolocirio.

La muralla de Almazán, Soria

Los trabajos de restauración de la muralla de Almazán, llevados a cabo recientemente por el arquitecto Fernando Cobos, han sacado a la luz los restos de numerosos alfares situados extramuros de la villa.

Junto a la Puerta del Mercado se han podido identificar siete edificios con hornos cerámicos cuya existencia ya venía atestiguada por la documentación histórica. Estos alfares se trasladan por razones de seguridad al exterior de la villa en el siglo XVIII, fuera de la vieja muralla medieval. La progresiva acumulación de escombro y desechos cerámicos en la zona del foso y barrera defensiva (ahora puesta en valor) ha ocultado durante los últimos dos siglos estas estructuras. Tampoco los hornos allí situados mostraban restos visibles.

Gracias a estas últimas intervenciones disponemos ahora de la información precisa para recrear el aspecto general de esta zona de la muralla, poniendo de relieve la importancia de la producción alfarera de Almazán.

En las siguientes imágenes se detalla el proceso de reconstrucción.

Arqueología altomedieval en el norte de Burgos y Álava

El Grupo de Investigación en Patrimonio y Paisajes Culturales de la UPV/EHU ha realizado varias campañas de excavaciones arqueológicas en este despoblado de Labastida (Álava) confirmando la ocupación del lugar desde época calcolítica hasta el s. XVII. En este yacimiento resultan de especial interés las terrazas agrícolas cuya impronta ha sido revelada por varios sondeos.

En el caso de Arganzón, dentro del enclave de Treviño (Burgos), las investigaciones llevadas a cabo por el equipo dirigido por J. A. Quirós han puesto de manifiesto la existencia de una tupida red aldeana en todo el territorio, en muchos casos anterior al período repoblador.

Yacimiento calcolítico de Villa Filomena, Vila-real (Castellón)

Ilustraciones realizadas para el yacimiento calcolítico de Villa Filomena en Vila-real (Castellón) por encargo de Arqueocas

El yacimiento calcolítico de Villa Filomena se encontró en 1917 a raíz de un hallazgo casual al roturar un montículo de tierra para plantar naranjos. Aparecieron entonces restos humanos y otras piezas de las cuales se deshicieron rápidamente. En 1922, algunos eruditos de la zona comenzaron a excavar de forma «oficial» constatando que lo hallado eran silos (rellenos de basura, cenizas, cerámicas, utensilios de piedra y de hueso, etc.), de un poblado más amplio junto al barranco del río Mijares. De los treinta silos excavados algunos se emplearon como lugar de enterramiento, y en ellos aparecieron esqueletos enteros con sus ajuares, cuentas de collar, cerámicas, etc.

Entre los hallazgos destaca una pieza muy relevante dentro de la cultura campaniforme como es el vaso cordado de Villa Filomena.

Arqueología urbana en Valladolid. Un recorrido ilustrado por la historia de la ciudad del Pisuerga y del Esgueva

Serie de 13 recreaciones realizadas para la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León.

Se trata de un recorrido, en absoluto exhaustivo, por los lugares de interés arqueológico de la ciudad de Valladolid y su entorno inmediato. Incluye desde yacimientos de la Edad del Hierro como el Soto de Medinilla, hasta el imponente complejo del Convento de San Francisco junto a la Plaza Mayor, pasando por los restos romanos de la Villa de Prado.

Cada vista es el resultado de un compromiso entre veracidad histórica y necesidad divulgativa; por una parte la documentación disponible no siempre da respuesta a todas las preguntas y por otra el público merece que se le ofrezca una visión lo más clara y global de estos sitios. Por esta razón he optado en general por un punto de vista elevado que permita al espectador local identificar los lugares con facilidad, y al forastero entender de un vistazo la importancia pasada de la ciudad.

En cualquier caso, estas recreaciones pretenden, al igual que otras iniciativas editoriales recientes, abrir una nueva ventanita al pasado. No cabe duda de que la investigación arqueológica, tan imprescindible, nos pondrá a todos en nuestro sitio. Pero, mientras tanto, justo es apostar por una interpretación gráfica personal pero documentada.

Aceñas del Puente Mayor

Recupero aquí otras ilustraciones ya publicadas sobre el Valladolid desaparecido, en este caso las aceñas del Puente Mayor.

Muralla medieval de Moncofa, Castellón

Muralla medieval de Moncofa, Castellón

La muralla de Moncofa se construye en torno a 1340 en técnica de tapial . Tendría al menos 7, 70 m de altura, y 96 cm de ancho.

En 1500, para proteger a la población de la piratería, se construyó adosada al antiguo portal de la muralla una torre-portal. La torre era de planta cuadrada, de mampostería de argamasa y piedra.

Frente a ella se construyó un antemuro paralelo a la muralla que guardaba la puerta y dos antemuros más o barbacanas en los laterales de la puerta.

La ilustración recrea el aspecto de la muralla de Moncofa en el siglo XVI. Los datos los ha proporcionado una reciente excavación arqueológica realizada por Arqueocas.